martes, 9 de noviembre de 2010

TRIOPS CANCRIFORMIS

LUNES 13 DE SEPTIEMBRE DE 2010

TRIOPS CANGRIFORMIS


UN “BICHICO” DE LAS ALCUBLAS


Desde muy pequeño he sentido admiración por esa serie de especies de nuestro planeta que mostraban semejanza con algunos de aquellos seres enormes o terribles del Jurásico, ya desaparecidos: el elefante por su tamaño; el cocodrilo por su aspecto y fiereza; y el rinoceronte, especialmente el indio, con esa gruesa piel arrugada que le da un aspecto de auténtica coraza, similar a aquellos grandes herbívoros.
Para mí, era la única ventana que me mostraba esa época, dominada por espectaculares seres.  Pero el cine, desde sus primeros balbuceos, intentó mostrarnos algunos de aquellos terribles seres.  Sus técnica fue tan básica que mas bien nos daba risa. Solo lo consiguieron con la apareció de la tecnología digital,  que apoyada por los actuales conocimientos, han conseguido resultados extraordinariamente sorprendentes, muy reales, inaugurado con esa película sorprendente de  Spieberg “Parque Jurásico”; desde  ese momento si que impresionan.
Pero estos seres, que realmente no son tan antiguos, se quedan “en pañales”  por su edad, al compararlos con uno de los animales que hace poco pude observar en Alcublas, vivito y coleando. ¡Quien lo podía pensar!


El Triops cancriformis es un crustáceo braquiópodo perteneciente al orden de los nostráceos, que dejó de evolucionar desde el Triásico, hace 220 millones de años; ¡que se dice pronto!
Este “bichico”, ha encontrado su estado perfecto para el lugar donde reside y por ello , desde entonces, no ha necesitado sufrir variaciones en ningún momento para seguir en esa loca carrera de la perpetuación de la especie, en la que todos los seres de nuestro Planeta participamos; la razón básica de la vida. Muchos seres no se adaptaron correctamente, o quizá, no lo consiguieron a tiempo, y desaparecieron.
Como dijo Charles Darwin: Las especies evolucionan adaptándose al medio que cambia lentamente (De su revolucionaria publicación “ Origen de las Especies”)
Este primitivo espécimen retiene unas características que no ha necesitado modificar para su supervivencia, siendo hoy día similar a los fósiles de sus parientes encontrados en el Triásico.
Forma parte de ese pequeño grupo de plantas y animales “primitivos”: como el árbol del Ginkgo, Alguna especie de tiburón, La Zarigüeyas, o el Nautilus; un pariente de ese fósil tan común en la Serranía, el Amonites. Todos estas especies se encuentran fielmente representadas, sin cambio alguno, en fósiles que nos garantizan su longeva presencia.
Esto nos puede sugerir una pregunta muy interesante, que bien merecería una contestación por algún biólogo interesado e informado.
   ¿Es más perfecto el “avanzado”, que ha evolucionado enormemente desde sus orígenes?
    O…  ¿Acaso lo es más el “primitivo”, que no ha requerido ninguna evolución, por ahora, para conseguir perpetuar su especie hasta nuestros días?
                                                              *****************
   Fijémonos en lo interesante de este animalito que vive en algunas charcas de lluvia.
   Este Crustáceo, tiene una vida muy corta, de un máximo de 90 días. En ese tiempo, devora todo lo que se le pone por delante más pequeño que el: materia orgánica, pequeños invertebrados y si se le pone a tiro algún renacuajo que otro.
   En esos días, consigue alcanzar los 10 cm de largo y pone gran número de huevos, que quedan enterrados en el fondo de la charca donde habita.
   Llega la sequía; desaparece el agua; se forma barro y más tarde se convierte en tierra por la erosión; hielos del invierno; y de esta forma un año, dos, tres…….diez; vuelven las lluvias; se llena la charca; llega las altas temperaturas y …..
   ¡Milagro! Comienzan ha eclosionar los huevos y a reproducirse nuevamente.
   Pero no queda aquí su periplo.
   ¿Cómo se expande a otras charcas? – Me preguntareis.
   Pues…. con las corrientes de agua, pero más eficazmente volando.
   Si, volando.
    Un ave que llega a la charca para beber o bañarse, se le impregnan las patas de barro que contiene alguno de esos heroicos huevecillos, y ………. surge nuevamente la vida en otro lugar de condiciones similares; el milagro de la vida.

Manolo Ambou Terradez

OTRA AVE CORALINA, OTRA JOYA DE NUESTRA FAUNA por Manuel Ambou Terradez

MIÉRCOLES 27 DE OCTUBRE DE 2010

OTRA AVE CORALINA, OTRA JOYA DE NUESTRA FAUNA por Manuel Ambou Terradez

OTRA AVE CORALINA, OTRA JOYA DE NUESTRA FAUNA




Aquel día, me encontraba sentado junto a la ribera del río Turia, en Los Serranos, gozando, por unas horas, de la soledad humana.
Momentos de paz que me hacían disfrutar enormemente de la naturaleza; y los necesitaba.
Era Febrero.
Escondido entre la disminuida vegetación, escuchaba el rumor del agua.
Disfrutaba de la variedad de especies, que de una forma u otra, se mostraban ante mí con su presencia o con solo sus reclamos.
Daba la impresión que me encontraba ante un escenario.
Solo debía seguir quieto, evitando delatar mi presencia, para que aquellos personajes tímidos y, con razón, desconfiados, mostraran su papel en ese guión de “La Vida”. ¡¡¡Hacía frío!!!
Un sinfín de especies invernantes se subían al escenario junto a otras residentes.
Unas aves acudían en pequeños bandos para beber o asearse con sus trepidantes baños; otras perseguían insectos escondidos aún del invierno, en las grietas y protuberancias de las cortezas de los árboles; entre las hojas de las cañas; o en los orificios de las rocas semicubiertas por la vegetación de la ribera.
Un pequeño roedor se dirigía hacia mí, silencioso, nadando por la superficie como lo hacen los castores. Transportaba ramitas y dejaba una estela en “V” en el remanso. Al descubrirme se sumergió con un rápido golpe de riñón.
El viento era muy suave y me permitía escuchar muchos de los sonidos que se producían a mí alrededor.
Pero algo se estaba acercando desde lejos lanzando un reclamo corto, penetrante y pausado, que aumentaba por momentos. Una pequeña ave, brillante, de azul turquesa, pasó ante mí a gran velocidad, como una flecha, en un vuelo rectilíneo, para perderse río arriba, como si hubiera sido un sueño.
Era la primera vez que veía al natural esa auténtica joya. No me fue difícil reconocerla en la guía de aves, a pesar de la brevedad de mi visión. Pocas especies en la fauna europea disponen de esta particular librea. Se trataba del Martín pescador.
Completamente quieto, tenía la esperanza de volverlo a avistar, ahora muy atento para apreciar algo más en esa fugaz visión.





Pero algunos minutos después y sin emitir ningún sonido, llegaba hacia mí, con un vuelo rasante sobre el agua. De golpe, como si hubiera encontrado un obstáculo, se elevó un par de metros, casi verticalmente y se quedó cerniéndose como un colibrí, apuntando con el pico hacia el agua.

Solo estuvo un par de segundos y como una saeta cayo sobre el agua, desapareciendo un brevísimo instante y acto seguido, salió con algo brillante en el pico.

Ahora, algo más pesadamente, se posó sobre una rama seca y comenzó a dar golpes a su presa sobre ella. Se trataba de una madrilla. Con un rápido movimiento volteó su presa en el aire y lo instaló en su pico con la cabeza hacia delante.

Solo estuvo en esta posición unos pocos segundos y luego voló río a bajo, lanzando su clásico reclamo y desapareció.
Tardé algunos minutos en recuperarme de aquella visión; de mi suerte al poder ver en directo ésa joya de la naturaleza: el Martín pescador.






Manuel Ambou Terradez

lunes, 30 de agosto de 2010

El críalo


CRÍALO (Clamator glandarius)

EL CRÍALO, LA OTRA AVE PARÁSITA
Mi primer contacto con esta especie, sucedió algo lejos de estas tierras que aún no conocía.

Era 1954. Tenía unos 9 años y me encontraba veraneando en el limite de nuestra provincia con la de Cuenca,en el molino medieval del siglo XVI de mi querido abuelo materno en plena huerta de Mira; un soleado y precioso pueblecito típicamente musulmán, Mirabel del Río, como le denominaban los moros.

En aquella época, era un muchacho que se había propuesto imitar a su abuelo, gran hombre, gran cazador y honesto.

Orgulloso de el y con intención de emularlo, salía a cazar inocentes pajarillos que capturaba con mi pequeño rifle de aire comprimido Norika, un auténtico juguete que también tiraba tapones. Esta deficiencia en el arma aguzó mi instinto para acercarme a las presas y compensar de esta forma su poca potencia.

De vez en cuando sorprendía a mi abuelo con alguna especie difícil de cazar o tan rara que ni él conocía, cosa extraña; este fue el caso.

Con este lamentable método de autoeducación iba tomando contacto con la biodiversidad del lugar. Pero entonces la posibilidad de tener acceso a libros especializados en nuestra fauna era una auténtica utopía.



Una tarde, cuando regresaba al molino cargado con un puñado de gorriones que diezmaban las cosechas, según los campesinos, un potente, estridente y desconocido reclamo me llamó la atención. Completamente inmóvil junto a la frondosa vegetación del modesto riachuelo, trataba de descubrir el extraño ser que lo emitía.

Era grande, como una tórtola y parecido a una urraca pero de diferente color y tocado con unas plumas erizadas en la cabeza. No lo dudé, debía cazarlo para que mi abuelo me indicara de que especie se trataba, pues yo lo desconocía.

Un certero tiro directo al corazón desplomó al ave que calló fulminada. Nervioso de la emoción y orgulloso con aquel raro ejemplar, corrí en busca del gran cazador para mostrarle mi trofeo.

El asombro del abuelo fue morrocotudo, pues él no conocía aquella especie, por lo cual nos dirigimos de inmediato a buscar a su amigo Dalmacio, el más erudito del lugar, que disponía de una buena biblioteca. Pero no hubo forma, no aparecía en ninguno de sus libros. Y así quedó como un misterio para mí.

Veinte años después, estando en la casa de campo en Pedralba, cerca del río Turia, volví a escuchar aquel estridente reclamo. Rápidamente cogí los prismáticos y pude descubrí a la extraña ave posada en un cercano algarrobo; era la misma.

Pero ahora, disponía de prismáticos y un buen libro de campo, por lo que pronto pude descifrar aquella incógnita; la guía pronto me indicó que se trataba de un Críalo (Clamator glandarius).

Tuvieron que pasar veinte años más para volverlo a verlo, pero ahora, enterado de sus costumbres, lo esperaba escondido, mimetizado con el entorno, en el término de Casinos, con el equipo fotográfico.

En dos ocasiones conseguí fotografiarlo en compañía de dos compañeros de “armas”: José Luis Sanmiguel y Salvador Viadel. Para mí fue muy importante.

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Decíamos que el Críalo también es un ave parasitaria, una de las dos únicas en toda Europa, como el Cuco.


Y….¡atención! parasita a las Urracas, a las tan despreciadas aves para los cazadores y alguno más.

Pues bien: estas aves se aprovechan de los córvidos y en especial de las urracas, colocando uno y en extrañas ocasiones, varios huevos en sus nidos.

Pondrán hasta 15 huevos, repartidos en los nidos parasitados que eclosionarán varios días antes que los pollos del ignorante anfitrión. Esto provocará con diversas estrategias, el aplastamiento de los legítimos o el olvido por su debilidad e insistencia en recibir la comida por el poderoso intruso.

De esta forma quedan anulados y olvidados muchos de los nidos de las prolíficas e inteligentes urracas.

Pero todo no termina aquí. Su alimentación es similar al Cuco y como el se nutre de insectos y especialmente de orugas de procesionaria, que las busca ávidamente en los pinares, sacándolas de las sedosas y resistentes bolsas.

¡Hasta pronto!

Manuel Ambou Terradez

Cuculus canorus y abejarucos


Cuculus canorus

UN AVE PARÁSITA
Nuestras tierras son realmente un auténtico corredor por donde circulan muchas de las aves viajeras, que como ya hemos comentado, vienen de África rumbo al resto de Europa. Este es uno de los motivos que justifican el gran número de especies avistadas en nuestra comunidad.

Hace algunas semanas que el frescor del invierno hace guiños por desaparecer. Alguna borrasca procedente de norte de África dio el banderazo de salida migratoria para muchas aves. Pronto se expandieron por nuestra agraciada Península y como siempre hacia el Norte, hacia Europa.

Me encuentro escondido en una tienda de camuflaje con mi compañero de aventuras J. Luís Sanmiguel; un pedralbino aficionado a la caza fotográfica con el cual comparto una de mis últimas aficiones. El forro polar no nos estorba.

Por nuestra espalda comienza a elevarse los primeros rayos del sol que se desparraman por el vallejo despertando la vida. Oleadas de pajarillos bulliciosos entran y salen de una fuente que deja correr su cristalina agua entre la vegetación muy cerca del pinar: verdecillos , verderones, pardillos , jilgueros, piquituertos.

Otros, menos gregarios, acuden por la fuente de forma más discreta: papamoscas, petirrojos, currucas ……y algunos de mayor tamaño como el huraño Arrendajo.

Frente a nosotros, en lo alto de una salina un Triguero lanza sus crujiente reclamo. Pero las cámaras no se inmutan, esperamos impacientes otro sonido. Mientras tanto, al fondo de todo ello captamos el zumbido de las inmensas palas de los generadores eólicos a nuestra espalda; que pena.

Nuestros codos se chocan al escuchar a lo lejos esos dos tonos repetitivos y esperado; “cuc-cuu….cuc-cuu” ………. Es el Cuco). Es nuestro objetivo.

Tenemos las ópticas encaradas a un almendro muerto, cubierto de dorado liquen, que domina el espacio abierto del vallejo. Esperamos que se pose en su recorrido territorial a lo largo de la mañana.

En silencio, atentos, intentamos adivinar la situación del ave en aquel entorno. Parece que se acerca. Ahora lo escuchamos a nuestra espalda, ya no muy lejos.

Un ronco y risotante sonido pasa por nuestras cabezas, e inmediatamente a nuestra derecha escuchamos de inmediato el reclamo; pero se trata de un segundo cuco, por eso protesta.

Con el corazón algo acelerado escuchamos impacientes a las dos aves. Esperamos que de un momento a otro acierte a posarse en nuestro insinuante y resplandeciente almendro muerto.

Veinte minutos más tarde nuestras cámaras, comienzan a registrar tímidamente, las primeras fotos. El cuco, enardecido, se ha posado con las alas caídas y grandes movimientos de cola e inicia su poderoso reclamo. Trata de sobreponerse a los cantos del rival ante nosotros, en lo alto de las ramas, donde queríamos.


El Cuco (Cuculus canorus) es una de las dos aves parásitas de Europa, de nuestra ornitología, por su extraordinaria adaptación que ha debido desarrollar para su procreación, clave para su perpetuidad.


Todos conocemos, que esta ave, del tamaño de una urraca, no realiza nidos para incubar sus huevos, si no que los deposita en ajenos. Su víctima es un insectívoro que conoce muy bien, es la misma especie de paseriforme que lo adoptó, cuidándolo desde su nacimiento.

Escondido entre la fronda, observa los movimientos de la pareja que repite sus viajes al nuevo nido terminando su puesta.

La hembra del cuco hace un seguimiento minucioso del nido, y aprovechando la ausencia momentánea de los pajarillos, cuando lo considera oportuno, sustituye uno de los huevos de la inocente pareja por el suyo, preincubado en su oviducto, con el fin de que nazca antes y expulse fuera del exiguo recinto a los huevos, o por defecto, a los pollos del ignorante adoptador pues le incomodan. Cada hembra repetirá esta acción unas 10 o 15 veces en la temporada.

Pero deberíamos saber algo más que le da a esta ave su genial evolución.

El huevo que instala, debe ser muy parecido al del ave receptora: en forma, coloración e incluso imita el diminuto tamaño; algo chocante para tan enorme ave.

Si el huevo intruso no cumplieran estas cualidades, el titular, reaccionaría eliminándolo del nido, olo que es peor, abandonando toda la puesta y el cuco fracasaría en su intento.

Por ello, cada familia de cucos está especializada en una especie concreta de receptores: petirrojos, currucas, lavanderas, Carriceros…….

Todos los huevos de estas aves paseriformes, que en Europa llegan a ser más de 100 especies y tienen un aspecto diferente. Por ello, hay el mismo número de linajes, de familias de cucos, que no deberán equivocarse, pues su descendencia se acabaría.

La hembra del cuco, busca un nido de la especie con aspecto de su adoptante; esa es la clave.
Curioso ¿no?

¡Ah!: y recordaros que esta ave es una especialista en comer orugas peludas, como la procesionaria.

Hasta pronto.

Manuel Ambou Terradez 



Los abejarucos, joyas del aire



Todas las primaveras, cuando los rayos del Sol comienzan a templar el aire, alguna borrasca procedente de África nos devuelven esa abundante vida de aves migratorias.
Ascienden por nuestra península en hordas, según especies, montadas sobre vientos cálidos favorables, volando hacia el norte, buscando por Europa sus lugares de nacimiento.
Ahora, nuestro entorno, se ha decorado con su abundante flora de múltiples colores que invitan a pasear por el campo, por nuestros montes. Pero unas pinceladas de color se han unido a la hermosura del paisaje. Pasan ante nosotros con elegantes planeos, mostrando su impresionante librea, mientras pinzan en el aire a los insectos.
Acompañan sus vuelos con su reclamo de alegres gorjeos y tras su captura regresan a su atalaya donde se encuentra su pareja. Son los Abejarucos.
Se instalarán en zonas abiertas, donde se encuentre algún talud arenoso. Allí se pelean por ocupar nidos anteriores o excavarán nuevos y profundos túneles, que amplían en el fondo para la cámara de nidificación. Esta técnica de excavación la realizan dos especies más: el Martín pescador y el Avión zapador.

Es una de esas cinco aves, llamadas coralinas, de extraordinaria belleza: Abubilla, Oropéndola, Carraca, Martín pescador y el Abejaruco, que enorgullecen a nuestra abundante y singular fauna ornitológica.
La observación de estas hermosísimas aves de ojos de rubí con ópticas de aproximación es francamente grata.
Sus presas serán insectos medianos y grandes, capturados en vuelo. Por ello y a causa de los plaguicidas, poco a poco, lentamente van disminuyendo los individuos que antes formaban abundantes grupos familiares.

Seis meses residirán en nuestras agraciadas tierras para envidia de la mayor parte de Europa, la del norte.
Cuando se agote el Agosto y comience Septiembre, la algarabía de abejarucos regresará hacia el Sur, para saltar el Estrecho de Gibraltar a lomos de alguna tormenta favorable, hacia esa África tropical y austral, de donde partieron.


Manuel Ambou Terradez

Agricultura Ecológica



Agricultura Ecológica



Solución para una Agricultura Sostenible




El pasado viernes, día 14, finalizó el Curso de Agricultura Ecológica que durante un mes ha venido impartiéndose por UPA (Unión de pequeños agricultores) a un grupo de 15 personas interesadas, en el Hogar del Jubilado de Alcublas.

El curso ha sido impartido por una vecina nuestra, Aitana, a quien todos conocíamos por su actividad anterior a cargo del Ravel. Aitana, ecologista convencida, ha conseguido con sus clases aclararnos muchos conceptos sobre ecología y sostenibilidad y crear en los alumnos una nueva forma de ver la agricultura y el medio ambiente.


Las clases, muy bien preparadas, han tratado diversos temas como: Energía fotovoltaica, cereales, cubiertas solares, el vino, el olivar ecológico, almendros y frutales, el huerto ecológico, transgénicos, etc. Todos estos temas tratados con medios audiovisuales y bibliografía que Aitana ponía a nuestra disposición.


Hemos aprendido que la Agricultura Ecológica es una vuelta a la agricultura tradicional que ha venido haciéndose desde el principio de los tiempos hasta el siglo XX, durante miles de años. En el siglo XX y debido a las fuertes hambrunas que sucedieron a las dos guerras mundiales, las industrias químicas se volcaron en producir productos fitosanitarios que aumentaran al máximo la producción de cereales y otros alimentos. Por esta especial circunstancia se dejó de cuidar el suelo, la tierra, ya no era importante, los cultivos pasaron a ser como unos enfermos crónicos que solo prosperan gracias a la medicación, así funciona la agricultura intensiva en Almería, a veces ni siquiera hay tierra, unos sacos húmedos pueden ser suficiente para que una tomatera pueda vivir, eso si, conectada permanentemente a un gotero por donde va recibiendo la medicación.


Especial interés despertaron los temas relacionados con los cultivos de secano en Alcublas, almendro, olivo y vid especialmente. Esto inevitablemente traía a la conversación a la Cooperativa y su funcionamiento actual, y el modelo de cooperativa moderna y emprendedora que se está dando en otros lugares vecinos y que consiguen siendo rentables y competitivas devolver la dignidad al trabajo del agricultor.

España es la primera productora de agricultura ecológica en Europa, el 80 % de nuestra producción se exporta a Alemania y otros países europeos producen mucha demanda de productos ecológicos, por lo cual es un mercado con mucho futuro.


También los huertos ecológicos son empresas bastante rentables, ya que actualmente la demanda supera a la producción, y la venta se realiza directamente desde el agricultor al consumidor, evitando los intermediarios.

Están proliferando los huertos familiares, antiguamente todas las familias tenían el suyo propio, son bastante fáciles de cultivar y no ocupan demasiado tiempo, un huerto donde no entra la industria química, abonados de forma natural con materia orgánica, compost o cubierta vegetal, un huerto donde las verduras y los frutos sepan a lo que han sabido toda la vida y no a otras cosas. Algo tan sencillo como cenizas, ajos y purín de "picamatos" ahuyentan las plagas. Habas y otras leguminosas nitrogenan el suelo, las lombrices lo oxigenan, ¿para que gastar dinero en productos que a la larga envenenan nuestro cuerpo?.
Lo ecológico no es nada nuevo, ya lo hacían nuestros abuelos.
El tema es muy interesante y esperamos en breve que sea la propia Aitana quien lo vaya ampliando con su sabiduría para los lectores del Blog. Ella ha sido la maestra, el que os lo cuenta solo un alumno.
J.A. Martínez (A.C.L.A.

Las orquídeas silvestres, pequeños duendes

 Las orquídeas silvestres, pequeños duendes


Somos unos privilegiados un nuevo colaborador se suma a nuestro blog, Manolo Ambou, amante de la naturaleza, de Pedralba y un gran fotógrafo de reconocido prestigio, nos ha conocido y desinteresadamente ha decido colaborar con nosotros. Desde A.C.L.A darle la bienvenida y agradecerle su intereses y deseo de participar en nuestro proyecto. Gracias Manolo

En el gran mundo de la observación de la naturaleza, por muy versados que nos creamos, siempre descubriremos algún tema sorprendente.

El tiempo libre en mi vida ha transcurrido de una forma intensa con múltiples actividades en plena naturaleza y un gran sentido de curiosidad por conocerla ycomprenderla. Últimamente he descubierto un rincón por mí ignorado “el mundo de las Orquídeas”. Esas pequeñas pero hermosas “brujitas” que aparecen exóticas y a veces deslumbrantes e intrigantes, con sus misterios, en lugares sorprendentes, escasos y muy concretos.

Desarrollan su hermosura en corto tiempo, para desaparecer tímidas luego en su letargo, dejando solo sus escapos secos, que como balizas apuntan casi a su nuevo nacimiento; anónimas entre la vegetación; estrellas fugaces del campo; duendes en la flora.

Me habían llamado la atención algunos ejemplares de delicadas Orchis, esbeltas Dactylorhyzas yOphrys (las flores de abeja). Pero al no tener el concepto claro de sus características, a causa de la poca información que normalmente y hasta hace poco se podía encontrar, no pude suponer la gran variedad que tenemos en nuestras tierras; unas 65 en la Comunidad Valenciana.

Cualquier guía de campo, sobre plantas o flores de Europa, solo mencionan algunas de entre las cerca de quinientas especies conocidas por ahora.

Hasta que me documenté debí confundirlas con otras flores, para mí desconocidas, o también pudo ser que no llegara a descubrirlas en su momento álgido, su floración.
Fuera como fuese he pasado muchos años sin apreciarlas como especies exóticas sin que las valorara como se merecen.

Las orquídeas son los vegetales que cuentan con más especies en el mundo, superando a las gramíneas. Han colonizado todas las tierras, excepto los desiertos extremos y el inhóspito Ártico. Por lo general son conocidas algunas tropicales, más esplendorosas, pero no podemos despreciar las demás. Las nuestras son de un porte y tamaño modesto, solo hace falta acercarnos hacia ellas, verlas de cerca y poder disfrutar de su originalidad y belleza.

Estas plantas derivan de las Linarias, manteniendo su característica de flores con elementos florales múltiplos de tres (trímeras). Con la singularidad mas original centrada en el tercer pétalo o labelo que suele ser un especializado lugar de atracción y aterrizaje para los insectos en su función depolinización.

Nuestras orquídeas Europeas no se desarrollan como las demás plantas, tienen un sistema de reproducción mucho más complejo y curioso. Para germinar las semillas necesitan tropezar con unpequeñisimo hongo, muy concreto, que las colonice, evitando ser infestadas en su totalidad, por medio de un agente funguicida que poseen, pues morirían.

El hongo penetra parcialmente en la diminuta semilla hasta alcanzar una zona del embrión, momento que aprovecha este para absorber al hongo azúcares y desarrollar rápidamente la plántula. Este estado de simbiosis durará largo tiempo o toda su vida, según la especie. Algunas tardarán 14 o 15 años para mostrarnos su primera floración.

Ciertas orquídeas son muy difíciles de localizar, solo existen escasos números de taxones y los lugares de desarrollo son particulares y puntuales, por ello deberemos documentarnos muy bien si no queremos fracasar en nuestro intento por descubrirlas.

Con la experiencia podremos encontrar y diferenciar las incipientes plantas de orquídeas entre las demás, sin necesidad de que estén desarrollados los escapos florales, pudiendo determinar, en muchos casos, la familia a la cual pertenecen. En ocasiones, los escapos secos del año anterior serán señales inequívocas de su futuro desarrollo.

Unos buenos apuntes, o mejor aún, con la ayuda inestimable de un GPS, conseguiremos encontrarlas nuevamente cuando creamos haya concluido su completo estado de crecimiento.
Con la práctica desarrollaremos un instinto, que nos sorprenderá, para dar con los lugares idóneos donde habitan. Pero de todas formas deberemos patear mucho el monte ya, que además, las especies florecen escalonadamente.

Esta aventura fotográfica, o sencillamente de observación, nos ofrece un complemento para amar y comprender mejor, nuestras montañas y sus ecosistemas, en nuestro afán por descubrir estos interesantes vegetales, nuestros pequeños duendes.

Evidentemente, está prohibida su recolección, por su escasez, y como hemos comentado antes, por sudificilísima reproducción y desarrollo.

¡¡Disfrutadlas!!

Manuel Ambou Terradez

La procesionaria del pino

La procesionaria del pino

"Ves esa hilera de gusanos, es la procesionaria del pino", esto me decía Miguel, allá por el año 1999, hace algún día de esto.

Siguió contándome, que era muy mala y peligrosa, que sobre todo atacaba a los pimpollos y les come las hojas, lo cual los debilita y no tienen defensas.

El problema mas grande es que para combatirla, no se pueden utilizar insecticidas, por que los que hay en el mercado, para matarla, son muy dañinos y harían mal a otros insectos e incluso a los pájaros y también a las personas.

Yo como las extermino es cortando la rama que está cerca del nido, para eso hay que utilizar guantes, meterlos en una bolsa de plástico y después quemarlos, es la mejor forma, pero hay que tener mucho cuidado, porque los pelicos que tiene producen urticaria y son muy dolorosos (Miguel).


Aunque hay otros métodos como:

Mediante tratamientos químicos: Se han utilizado distintos compuestos como el triclorfón, diflubenzurón (inhibidor de crecimiento)

Mediante el uso del insecticida biológico Bacillus thuringiensis que por ingestión mata a los estados inmaduros.

Mediante la corta, recogida y quema de las bolsas.

Mediante abatimiento de bolsas con escopeta




En el bosque existen parásitos y depredadores que atacan a estas poblaciones:

Como parásitos actúan algunos dípteros e himenópteros.

Como depredadores actúan hormigas, avispas, carboneros, herrerillos, abubillas, urracas, cuervos y críalos. Todos ellos atacan generalmente a las orugas.

Yo creía que era solo de los pinos, pero también ataca a cedros y abetos, aunque los pinos que mas les gusta son el Pino laricio (Pinus nigra), el Pino canario (Pinus canariensis) y el Pino silvestre (Pinus sylvestris). ). Luego, todas las demás que yo conozc;: Pino pinaster (Pinus pinaster), Pino carrasco (Pinus halepensis) y Pino piñonero (Pinus pinea).

Es importante saber como se desarrolla su ciclo, a finales del de verano la mariposa de la procesionaria realiza la puesta en las hojas de los pinos Al cabo de un mes nacen las orugas que se juntan en las bolsas. En invierno, a la ponerse del sol, las orugas se ponen en marcha y comienzan a ir en busca de comida una de tras de otra, como si fueran de procesión. Cuando han ya han comido o cuando hace más frío las procesionarias vuelven la bolsa. Al final del invierno bajan del pino para enterrarse en el suelo, para hacerse mariposas. A mediados o finales de verano la mariposa sale y tras juntarse con el macho, pone los huevos. A los 30 ó 40 días después nacen las orugas (generalmente en los meses de septiembre-octubre).

El día que fuimos a Sacañet nos salieron al paso y Jandro hizo una estupendas fotos para este relato.



Nombres:

Thaumetopoea pityocampa Schiff.

"Procesionaria del pino"; "Cuc de pi" (Cataluña); "Sirganos" (Teruel); "Piñu-mozorro" (País Vasco).



Familia:

Lepidoptera, Thaumetopoeidae


Distribución geográfica :

La Procesionaria del pino es un lepidóptero típicamente mediterráneo y se distribuye por España, Portugal, Francia, Italia, zonas costeras de Grecia, Turquía, Siria, Líbano, Palestina, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, y en algunas zonas de Alemania, Suiza, Hungría y Bulgaria.

En España puede localizarse por toda la Península y en Baleares.


Miguel Jiménez “Garbelles”
J. R. Casaña

Fotos: Jandro y J. R. Casaña